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Honra a Tu Padre y a Tu Madre
“Hijos, obedeced en el Señor a vuestros padres, porque esto es justo. ‘Honra a tu padre y a tu madre,’ que es el primer mandamiento con promesa; ‘para que te vaya bien, y seas de larga vida sobre la tierra’” (Efesios 6:1-3). En mis enseñanzas probablemente he enfatizado Efesios 6:4 y las responsabilidades de los padres más de los de los hijos, pero en este artículo quiero considerar cuatro cosas que los hijos deben a sus padres.
Ser Obediente
La primera responsabilidad de un niño es de dar respetuosa obediencia (Efesios 6:1, 2). Tanto en Romanos 1:29-32 y 2 Timoteo 3:1-4 desobediencia a los padres se agrupa con algunos de los más notorios pecados, como la envidia, la violencia, e incluso el asesinato. Bajo la ley de Moisés uno que maldecía o golpeaba a sus padres debía ser condenado a muerte (Éxodo 21:15, 17), y en el Nuevo Testamento Pablo describe la desobediencia a los padres como un pecado digno de muerte (Romanos 1:30, 32). Como un niño creciendo bajo el cuidado y la autoridad de sus padres, usted debe darse cuenta de que no estás en condiciones de igualdad con ellos a la hora de establecer reglas y tomar decisiones, sino que estás obligados por Dios a someterse a su autoridad a menos que chocara con la enseñanza de la Escritura.
Aunque a nadie le gusta la idea de tener que hacer lo que alguien más enseña, esto se conoce como el mandamiento con promesa. No, Dios no promete que ningún niño obediente tendrá su vida interrumpida, pero la obediencia puede ser un salvavidas. A una edad muy temprana el niño obediente es menos propenso a lesionarse que el niño que se niega a escuchar, pero aún mayor es la aplicación para el adolescente obediente. Aunque el mejor de los hijos pueden sufrir enfermedades mortales y ser las víctimas inocentes de la maldad de otros, reflexione sobre algunas de las principales causas de muerte de adolescentes en este país. Conducir ebrio, drogas, manejar en exceso velocidad, y la violencia de las pandillas son cuatro de las principales causas de muerte prematura entre los adolescentes y el niño obediente es mucho más probable a tener una larga vida sobre la tierra, ya que, siguiendo las instrucciones de sus padres, rechazaron participar en estas peligrosas actividades ilegales.
Los niños al crecer se dan cuenta de que sus padres no siempre estarán cerca como antes, pero los niños deben siempre y en toda circunstancia llevar la enseñanza de sus padres con ellos. "Guarda, hijo mío, el mandamiento de tu padre, y no dejes la enseñanza de tu madre; Átalos siempre en tu corazón, enlázalos a tu cuello"(Proverbios 6:20, 21). Cuando los padres hablan de lugares y personas que debe evitar, las cosas que debe y no debe hacer, cuando se dan consejos sobre el trabajo y el matrimonio, cuando dan consejos de familia, llévelo con usted a dondequiera que vaya, incluso cuando usted ya no está viviendo bajo su techo y su control directo. Cuando el consejo de sus padres no envuelve el bien y el mal usted tiene el derecho de elegir una opción diferente, pero aun cuando el pecado y la justicia no están envueltos vale la pena escuchar cuidadosamente sus consejos.
Recibir Corrección
"El necio menosprecia el consejo de su padre; mas el que guarda la corrección vendrá a ser prudente" (Proverbios 15:5). Si la obediencia no siempre es fácil, ¿cuánto más difícil es recibir la corrección? Cuando tus padres te reprenden y castigan recuerde que a pesar de que es desagradable, están tratando de producir en ti el fruto apacible de justicia (Hebreos 12:5-11). Nunca cometa el error de pensar que su castigo significa que no te quiera, porque lo contrario es cierto. Si tus padres no te frenan ni te intentan corregir, es prueba de que no tienen un amor por ti que es genuino. "El que detiene el castigo, a su hijo aborrece; Mas el que lo ama, desde temprano lo corrige" (Proverbios 13:24).
Cuidar de Ellos a Medida que Envejecen
"Oye a tu padre, a aquel que te engendró; y cuando tu madre envejeciere, no la menosprecies" (Proverbios 23:22). En una sociedad todavía en busca de la Fuente de la Juventud padres ancianos a menudo se descuidan, y muchas veces llegan a ser resentidos por la atención que demanda el cuidado de ellos. La obligación de honrar al padre y a madre no termina simplemente porque ya no estamos bajo su techo. A pesar de que es adecuado dejar a padre y a madre para que podamos formar nuestra propia unidad familiar, todavía estamos obligados a honrar y proveer para nuestros padres si fuese necesario. Cuando Pablo escribió que la falta de proveer para los suyos lo hacía peor que un incrédulo (1 Timoteo 5:8), el tema en discusión no era acerca de los hijos, pero el cuidado de las viudas. Como hijos debemos darnos cuenta de que mientras el Seguro Social y Medicare pueden ayudar, no es el gobierno de los Estados Unidos (o la iglesia) que están cargados por Dios con el cuidado de nuestros padres ancianos--¡ese es nuestro compromiso!
Muestra Agradecimiento
Ser obediente, acepta corrección, proveer para sus necesidades físicas cuando y si es necesario, y no olvides sus necesidades emocionales. De la esposa virtuosa se dijo: "Se levantan sus hijos y la llaman bienaventurada" (Proverbios 31:28). La mayoría de los padres con gusto hacen sacrificios por sus hijos y esperan que su planificación financiera sea suficiente para evitar ser una carga para sus hijos, pero todos los padres quieren el reembolso de ser apreciado. Si vive en casa o a muchas millas de distancia, asegúrese de que sus padres sepan que usted los aprecia por todo lo que han hecho y siguen haciendo por ti.
“Mucho se alegrará el padre del justo, y el que engendra sabio se gozará con él. Alégrense tu padre y tu madre, y gócese la que te dio a luz.”
Traducción de Isaac Muñoz